The Guardian entrevista a una amiga de Leah Betts, cuya muerte por hiponatremia sirvió de combustible para una feroz campaña contra las "pastillas de la muerte" hace ya diez años. La mención obligada a la sobredosis de agua (siete litros en una hora) que fue la verdadera causa de este triste suceso se encuentra oculta casi al final del artículo y, de hecho, en la entradilla se insiste en que Leah murió "por tomar éxtasis".
Me parecería bien si se hiciera lo mismo con las frecuentes muertes por hiponatremia en deportistas: "Fulanito murió por correr en una maratón" o "Menganito murió por hacer footing", pero no es lo habitual ni va a serlo en un futuro. En ningún momento se menciona en el artículo que esta muerte se podría haber evitado con una mayor difusión de las recomendaciones sobre hidratación y éxtasis. Desde luego que tener un padre dedicado a luchar contra "la droga" sirve de muy poco en estos casos.
De paso, en el artículo se habla del uso de Éxtasis en niños ingleses de hasta diez años y en cantidades de hasta veinte pastillas diarias. Exageraciones aparte, lo que es una consecuencia de la prohibición se presenta una vez más como uno de los motivos para mantenerla. Como esto siga así, el anuncio de la guardería de la FAD ("aquí los pastilleros, allí los cocainómanos") se va a convertir en una de tantas profecías autocumplidas.
Más en:
Ten years have passed - yet I'm still haunted by Leah's death
Me parecería bien si se hiciera lo mismo con las frecuentes muertes por hiponatremia en deportistas: "Fulanito murió por correr en una maratón" o "Menganito murió por hacer footing", pero no es lo habitual ni va a serlo en un futuro. En ningún momento se menciona en el artículo que esta muerte se podría haber evitado con una mayor difusión de las recomendaciones sobre hidratación y éxtasis. Desde luego que tener un padre dedicado a luchar contra "la droga" sirve de muy poco en estos casos.
De paso, en el artículo se habla del uso de Éxtasis en niños ingleses de hasta diez años y en cantidades de hasta veinte pastillas diarias. Exageraciones aparte, lo que es una consecuencia de la prohibición se presenta una vez más como uno de los motivos para mantenerla. Como esto siga así, el anuncio de la guardería de la FAD ("aquí los pastilleros, allí los cocainómanos") se va a convertir en una de tantas profecías autocumplidas.
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Ten years have passed - yet I'm still haunted by Leah's death
1 comentario:
Estimada Candela
Por raro que te pueda parecer, eres la primera visitante que se queja del tamaño de la letra. No obstante, y dado que no me cuesta nada satisfacer tu petición, he aumentado el tamaño en un pixel. Eso sí, el fondo negro no me pidas que lo cambie. Ya sé que dificulta la lectura, pero me obligaría a hacer demasiados cambios y rompería con la estética del sitio.
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