09 enero 2012

Mexico: Banqueros, drogas y armas

Mexico's drug war - The Big Picture - Boston.com
Si uno analiza a quién beneficia el narcotráfico uno encontrará quién es el más interesado en que el narcotráfico siga en su carácter ilegal y que la guerra siga. Se calcula que de los 800 000 millones de dólares que anualmente significan el narcotráfico, el 1 % va a los productores. Sin embargo la guerra contra el narcotráfico se despliega mucho contra los productores, contra los pequeños distribuidores y en todo el aparato del sicariato en esos niveles, pero nunca toca los estratos financieros y de lavado del dinero de "arriba", tanto en Europa como en Estados Unidos; es decir, no hay redadas de banqueros, no hay investigaciones de bancos. Mientras Europa y EU reciben cuantiosas cantidades de este negocio, encubren también, al nivel ideológico y en los grandes medios de comunicación, lo que representa el negocio de las armas, donde el principal comerciante, productor y beneficiado del negocio de las armas es Estados Unidos, Israel, Rusia, Alemania… de tal manera que las armas van, las armas vienen, y este es el principal negocio, más lucrativo que el otro. Entonces le venden a unos y a otros: arman a los ejércitos locales para que hagan la guerra contra el narcotráfico, y, al mismo tiempo, venden las armas a los narcotraficantes: casi el 90 % de las armas en México son estadounidenses: es un negocio redondo; es decir, crece el consumo, nunca se hace ninguna campaña efectiva para que el consumo decrezca.

Además, el consumo se induce de manera clara en sectores potencialmente peligrosos para el status quo: jóvenes, universitarios, negros, minorías, chicanos… a quienes no solamente se les controla a través de incrementar el uso de los narcóticos, sino también a partir de la criminalización de sus barrios. Se introducen como fuerza para controlar ese supuesto crimen inducido, más policías y más dinero para armas y para todos los aparatos de seguridad. Entonces cuanto más se analizan los beneficiarios de todo este comercio ilegal o legal de armas, el narcotráfico, trata de personas, prostitución, trabajadores indocumentados, etc. más llegamos a la conclusión de que la “guerra del narcotráfico” es una guerra impuesta por Estados Unidos. (…)  Entonces México se ve ocupado, literalmente, por todos estos aparatos militares y de inteligencia, que a su vez son controlados por la misma mafia.

¿Para qué ha servido la guerra contra el narcotráfico en México durante estos cinco años? Para el despliegue del ejército en todo el territorio nacional, el control de la seguridad pública por los militares, la penetración de todas las agencias de espionaje estadounidense que controlan los aeropuertos, las aduanas y las entradas y salidas de personas en el país, la criminalización de todos los movimientos y la inclinación del país a la órbita de la estrategia de la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, que es el otro elemento que está presente, es el hermano gemelo de esta guerra. De tal manera que de pronto comienza a surgir el “narcoterrorismo”, y entonces ya está completo el cuadro. Si así todas las organizaciones pueden, de alguna manera, compaginar con esto pues mejor, porque así no sólo controlo todo el aparato contra los supuestos criminales que finalmente están al servicio del empresariado nacional, sino que al mismo tiempo golpeo todo movimiento social que se oponga a estas fuerzas del mercado.
Entrevista á Gilberto López y Rivas, antropólogo y ensayista mexicano – Segunda Parte