24 octubre 2001

Inglaterra suaviza el estatus legal del cannabis

David Blunkett, Ministro del Interior británico anunciaba ayer la reclasificación del cannabis en la categoría "C", junto con los esteroides o los tranquilizantes. Es con toda claridad un primer paso hacia algún tipo de regulación del cannabis en Gran Bretaña. Aunque algunos medios se han apresurado a hablar de legalización, la posesión de cannabis todavía puede acarrear una pena de dos años de cárcel en el Reino Unido, pero -paradojas de la ley de aquel país- esta medida supone que ya no se podrá detener y llevar a la gente a comisaría por posesión (lo que estaba provocando un colapso en las labores policiales: 7 de cada 10 detenciones por drogas tenían como motivo el cannabis).

Se habla de una despenalización encubierta del consumo, de una conmoción... nada que no se viniera anunciando desde que se montara un buen pollo antes del pasado verano, pero desde luego que es mucho menos de lo que en principio parecía que se iba a hacer. Como decía un profesor mío en el colegio -que por cierto era un hijo de la grandísima puta-, "poco a poco hila la vieja el copo". Todo se andará, y desde luego que los activistas del Reino Unido no se van a quedar parados.

Todas las reacciones están en cannabisnews, la mejor forma de estar al día en estos temas.

18 octubre 2001

Raúl del Pozo y Luis Del Olmo: Los alegres bebedores

bitacoras.net es el sitio de referencia en castellano para mantener un log en condiciones (no como este). Consejos prácticos, herramientas, lugares donde alojar tu log, etc. Si te interesa cualquier tema y te gusta escribir, puedes publicar lo que te apetezca sin pedir permiso a nadie. Y así pasar de esos creadores de opinión y tertulianos de tres al cuarto, que lo mismo hablan de Eva Sannum que de las Torres Gemelas. Aunque Eva tenga un par de "Torres Gemelas" que quitan el hipo (perdón por el chiste), estos tipos se creen capaces de desentrañar cualquier asunto despachándolo con dos frases ingeniosas. ¿

Y a qué viene todo esto? Pues resulta que hoy estaba escuchando a Luis Del Olmo y de repente se empiezan a descojonar porque no sé qué organismo oficial riojano había decretado que el vino es una droga. Y Raúl del Pozo empieza a hablar de la cultura del vino, y tal y cual, Pascual, riéndose de lo tontos que son los políticos, con el asentimiento entusiasta de Del Olmo.

Es gracioso, porque seguro que tanto uno como otro líder mediático ignoran que el cannabis -peligrosísima droga, si hemos de creer a los invitados del microespacio "Todos Contra la Droga" de Del Olmo- no ha causado una sola muerte en sus 5.000 años de uso, mientras que todos los años mueren 16.000 españoles por beber alcohol, sin importar si se trata de Vega Sicilia o Don Simón.

Y es que uno uno está un poco harto de que cada vez que sale a relucir el cannabis, estos carcamales fascistas lo relacionen inmediatamente con chavales melenudos tirados entre la basura, mientras que si se habla del vino, en lugar de imaginar a un vagabundo cirrótico bebiendo de un tetrabrik, se ven a sí mismos en su segunda residencia, con el batín y un buen libro -alguno de Ussía o algo así- junto a la chimenea y degustando un caldo de excelente añada.

Incapaces de entender que el cannabis tiene una cultura tanto o más rica que la del vino -y bastante más antigua- estos señores desprecian lo que ignoran: aromas, sabores y texturas de afgano, nepalí, rojo libanés, bhang, charas y hasta el mítico "Hasssan II" -ese costo marroquí del que se hacían unos cientos de gramos cada año-, o de todas las variedades de marihuana, desde la Superskunk a la Shiva Shanti, pasando por la Jack Herer o la Acapulco Gold, toda una riqueza que nos estamos perdiendo por culpa de unos cuantos fanáticos chalados.

En el fondo, poco ha cambiado en algunas mentalidades -por mucha transición democrática y polladas de estas que hayan vivido- desde que un autor sensacionalista que escribía con seudónimo -curándose en salud-, paría estas líneas que hoy nos dan más risa y ascopena que otra cosa:

“... en España el vicio de las drogas resulta prácticamente inexistente. Pueden influir muchos factores en este balance positivo de los españoles. No nos parece aventurado afirmar que los de más peso son la religiosidad característica del español, su integridad humana, su estoicismo cristiano. Otros factores pudieran ser el viril realismo español, su escasa capacidad de morbosa imaginación. Sin olvidarnos de que los españoles cuentan a lo largo y a lo ancho del solar hispánico con toda una extensa y aristocrática teoría de vinos. El hombre español bebe vino y no necesita recurrir a la degeneración del uso de las drogas para rehuir la aspereza de la vida. El hombre español -por ser un hombre de verdad- prefiere enfrentarse con el peligro, coger el toro por los cuernos y lidiarlo cara a cara...”

Lis Chaterlon: “El tráfico de las drogas”-Ed Rodegar- Barcelona-1963

15 octubre 2001

Como cualquiera puede comprobar por el tiempo transcurrido, mis buenos propósitos quedaron en agua de borrajas. De todas formas, no descarto hacer algún día un log tan activo como el de mi amigo virtual Mariano Al Fumeta. Pero vamos al grano:

Osama, Orwell y la superheroína

La frase se atribuye a Churchill, y suena con creciente frecuencia en estos días: "la primera víctima de la guerra es la verdad". Si la cita había venido siendo utilizada por los activistas que nos oponemos a esta mascarada cara, fanática, contraproducente, criminal y criminógena que se ha dado en bautizar como Guerra Contra (algunas) Drogas, con más motivo viene al caso cuando en esta guerra de nuevo cuño se mezclan las dos cuestiones.

El pasado domingo pude ver un repugnante reportaje en la Primera de TVE en el que se intentaba manipular el muy evidente tráfico de opio y heroína que han venido haciendo los talibán desde principios de la pasada década, para añadir más leña al fuego de esta guerra. Nada nuevo bajo el sol, pues en su día ocurrió lo mismo con Pakistán o ha venido sucediendo desde los años sesenta en incontables países para financiar todo tipo de guerras y movimientos de contrainsurgencia, en todos y cada uno de los casos con la anuencia de los EEUU. Sólo cuando el Departamento de Estado cambia de talante con respecto a este o aquél país -como ocurrió con Noriega y Panamá en su día- vienen los obedientes medios a recordarnos que se trata de peligrosos narcotraficantes.
Poco importa que -como decía uno de los más bien miserables afganos que aparecían en el reportaje- los narcodólares estén en bancos de Barbados, Islas Caimán, Antigua, las Islas del canal, Gibraltar, Mónaco o EEUU. Los autores del reportaje machacaban sin descanso:los talibanes son los peores narcotraficantes del mundo. Que más da que la Alianza del Norte, los pakistaníes, los uzbekos, los chechenos y todos los países de la zona hagan lo mismo con mayor o menor descaro, si de lo que se trata no es de informar, sino de que demos nuestro asentimiento a esta carnicería.

Por si a alguien le quedara alguna duda de que nuestros medios de comunicación de masas se comportan habitualmente como una extensión del Miniver orwelliano, este artículo de Michael C. Ruppert debería ayudar a que ciertas vendas cayeran de ciertos ojos. Me limitaré a traducir una parte del artículo. El resto, para los que sepáis inglés. En fin, no sé si lo leí por aquí, pero los telediarios deberían llevar estos días una advertencia, como algunos fármacos (tómese con precaución, consulte a su médico, etc.)
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- En un caso de la más escandalosa de las propagandas, la agencia de noticias PTI, de Nueva Delhi, publicaba una historia el pasado 4 de octubre bajo el siguiente titular: "Laden planeaba sembrar el caos en EEUU mediante una super heroína" El párrafo principal rezaba así:

'El terrorista más buscado, Osama Bin Laden, había planeado el desarrollo de una "super heroína" para exportarla a EEUU y Europa Occidental y así sembrar el caos en la región mucho antes de los criminales ataques del 11 de septiembre. La red de terror de Osama bin Laden ha intentado desarrollar una forma de heroína de alta potencia con el fin de exportarla a los EEUU y Europa Occidental, según publicaba hoy un importante rotativo norteamericano citando fuentes de inteligencia de aquel país'

Esta es una de las patrañas más escandalosas que he leido en mi vida. Me especialicé en la heroína cuando trabajaba en el Departamento de Policía de Los Angeles, y también recibí entrenamiento al respecto en la DEA en 1976. No existe nada parecido a una "super heroína". La heroína es diacetilmorfina, un producto químico. Si en su mejor calidad es pura al 100% se suele cortar al menos cuatro veces, cada una de ellas al 50%, llegando a una pureza del 6,25% cuando se vende en la calle. No existe una forma de fabricarla más potente a menos que se corte
menos, lo que automáticamente supone una pérdida de beneficios para el vendedor callejero. Son los intermediarios y los vendedores de escalas inferiores los que cortan el producto, no el fabricante. Es mucho más fácil pasar 1 kg. de heroína pura desde Afganistán hasta Uzbekistán, Pakistán o Turquía que hacerlo con 8 kilos cortados al 6,25%. Harían falta ocho veces más aviones y camiones para esto.
Cada vez que un intermediario corta la heroína, obtiene el doble para vender.
Esta invención de los medios implica que Osama bin Laden controlaría el tráfico de drogas al menudeo en los ghettos negros de Nueva York y Los Angeles, así como los barrios residenciales de San Francisco y Chicago. Sería la única forma de llevar una "super heroína" a las calles de EEUU.

¿Y qué hay del hecho de que -según la DEA y el departamento de Justicia-
más del 60% de la heroína que llega a los los EEUU viene de Colombia?
También controla Bin Laden a los colombianos?