28 junio 2002

J.R., contra la prohibición de la marihuana

Extraordinariamente franco respecto a su uso y abuso de drogas se muestra Larry Hagman en una entrevista concedida al San José Mercury News, de San Francisco, con motivo de la publicación de su autobiografía. Hagman, que interpretara al archifamoso J.R. en "Dallas", la serie que llenó de amor, lujo y traición las pantallas televisivas de medio mundo en los ochenta, no se escuda en el cobarde "no tragué el humo" del ex presidente Clinton, a pesar de que ya no fuma ni toma ningún tipo de drogas:

'La razón por la que esta sustancia es ilegal, se me escapa completamente. ¡Es tan benigna comparada con el alcohol! Cuando lo examinas de cerca, el alcohol destruye tu cuerpo y te incita a la violencia, mientras que la marihuana hace que te relajes y disfrutes de la vida. Ya no fumo petas porque estoy en un programa de 12 pasos y no está permitido. Sin embargo, esta es mi postura sobre este asunto. Cuando la gente me dice, "No deberías hablar así. Te van a detener", les contesto, "¿Por qué motivo? No la llevo encima ni la uso. ¿Por qué habrían de detenerme?, ¿por hablar de más?'

Pero Hagman, que pasó por graves problemas con el alcohol, llegando a tener que someterse a un transplante de hígado a vida o muerte en 1995, no limita a la marihuana su apreciación por los beneficios de las drogas ilegales. Su primera experiencia con LSD fue por cortesía del cantante David Crosby, y tuvo resultados muy positivos:

"La pérdida del ego me llevó a perder el miedo a la muerte, porque cuando has estado allí y te ha ocurrido no resulta tan malo. En realidad, es algo maravilloso".

Resto de la historia en DRCNET:
http://www.drcnet.org/wol/242.html#larryhagman

20 junio 2002

Todo sube, menos las drogas y los microchips

Según cuenta el Sydney Morning Herald, la marihuana ha experimentado en Australia una bajada de precio del 40 por ciento en el transcurso de la pasada década. Los fumadores australianos se han venido ahorrando últimamente cerca de mil millones de dólares al año. Felicitamos a los fumadores australianos y animamos a su gobierno para que prosiga en su política antidroga. No hay duda de que, de seguir esta tendencia, la marihuana llegará a ser más barata que las drogas legales. Por cierto, que el aumento de un 15 por ciento del consumo de marihuana -provocado por esta bajada de precio- ha ido en detrimento del de bebidas alcohólicas. Sin duda es una buena noticia en un país con tanta querencia por el alcohol como es Australia.

+ en cannabisnews
Cheap, Efficient: New Dope on Dope Sales



La DEA desaprueba los experimentos de Brixton

Para los estadounidenses, la DEA es la mayor agencia dedicada al hostigamiento de la población. Los 500.000 presos por drogas que se pudren en las cárceles de aquel país son la mejor prueba de ello. Pero, a pesar de que la DEA tiene sucursales en todos los países del mundo, los efectos de sus recomendaciones en Europa -lo mismo que ocurre con las cada vez más amargas quejas anuales de la JIFE- se parecen más a los consejos sobre sexualidad provinientes del Vaticano. Nadie los escucha y provocan más risa que otra cosa.
Si hace unos meses era Rudolph Giuliani, el ex-alcalde de Nueva York -aficionado al travestismo y paradójico perseguidor de los sex-shops-, el encargado de dar un tirón de orejas a los británicos por sus veleidades despenalizadoras, esta vez ha sido nada menos que el mismísimo director de la DEA, Asa Hutchinson, el encargado de clamar en el desierto. La respuesta del portavoz de la policía metropolitana ha sido escueta:"El plan seguirá como está previsto y se hará una evaluación de los resultados. Damos la bienvenida a las aportaciones a este debate"

+ en cannabisnews
US Official Attacks Drug Tactics


06 junio 2002

3.056 vidas más en la cuenta de resultados de la Guerra contra las Drogas

Arianna Huffington, una de las analistas políticas estadounidenses más combativas y respetadas, destaca en su última columna el hecho de que, mientras el FBI destinaba 2.500 agentes a la lucha antidroga, menos de la mitad de esta cifra (1.151) se dedicaba a la investigación de los grupos terroristas. La financiación de uno y otro capítulo presentaba disparidades similares.

Huffington pone de relieve igualmente que Robert Mueller, el director del FBI nombrado una semana antes del 11-S, quiso cambiar esta situación e invertir las prioridades, pero se encontró con la oposición frontal de los narcoburócratas.

Finalmente, la columnista norteamericana adjudica las 3.056 vidas perdidas en el atentado a la locura prohibicionista. Artículo completo en:

http://www.ariannaonline.com/columns/files/060302.html