Más jirones en el traje nuevo del Emperador
Los palos que sostienen el decorado de esta farsa se caen por todas partes. Vamos a fijarnos un poco en dos escandalosas noticias que muestran que la guerra contra las drogas funciona al mismo nivel que las guerras entre Eurasia y Oceanía en "1984", de Orwell.
En Birmania, los EEUU van a apoyar a la junta militar que gobierna el país con mano de hierro en su lucha contra no sé qué tribu dedicada al narcotráfico. Lo cierto es que la siniestra junta birmana se dedica al negocio desde hace mucho tiempo, tanto que ha dejado muy atrás a Tailandia como productor de heroína llegando al segundo puesto mundial en este producto después de Afganistán. La Junta ha abierto nuevas áreas de negocio dedicando a varios grupos étnicos -de manera forzada- a la fabricación de metanfetamina y heroína. Si existe un narcoestado que merezca ese nombre, ése es Birmania/Myanmar, a partir de ahora gran amigo de EEUU en la lucha contra el narcoterrorismo internacional.
US targets Myanmar drug dealers in anti-terror war
... y para saber más sobre un país sobre el que pesa un sospechoso manto de silencio, este excelente artículo de Dan Russell.
drug war: burma: 8/8/88
Por otra parte, en Colombia, ya son muchos los que no ven el traje nuevo del Emperador. Pese a los persistentes intentos de relacionar a la guerrilla y a unas vaporosas "tramas del narcotráfico" con el asesinato del arzobispo de Cali, monseñor Romero... perdón, Duarte, el público que abucheó masiva y sonoramente al presidente Pastrana ya no traga: fueron las denuncias de connivencia entre el poder político y los narcos las que llevaron a Isaías Duarte a la tumba. Como decía EL PAIS:
"El mismo funcionario confirmó que el prelado asesinado había enviado a su despacho una carta en la que ratificaba sus denuncias sobre el ingreso de dinero ilegal en la campaña para las elecciones del Congreso. Cuando el religioso habló, a mediados de febrero, el presidente Andrés Pastrana le exigió concretar sus acusaciones. Algunos periodistas informaron, de manera equivocada, de que el arzobispo daría los nombres de los políticos implicados. 'Ustedes me están poniendo la cruz al cuello', les amonestó Duarte Cansino."
El arzobispo de Cali asesinado iba a declarar sobre el narcotráfico
Y es que hay algunos países donde cada vez es más difícil diferenciar entre el blanco del poder legítimo y el negro del narcotráfico, y todo se disuelve en una neblina gris donde cuesta mucho distinguir quién es quién en este juego de espejos.
Este contubernio de mafiosos, políticos vendidos y narcobancos terminará al día siguiente de que caigan las leyes internacionales antidroga. Unos ponen los muertos (Colombia, Iran, etc.), y otros el glifosato, las armas y los bancos para lavar y almacenar los beneficios. Ustedes sabrán hasta cuándo quieren soportar esta burla sangrienta.
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