Durante estos días hemos sido testigos de la vergonzosa utilización por parte de los media del dolor de los familiares de algunos jóvenes muertos por abuso de sustancias -el famoso suceso de Málaga. Vaya este artículo como prueba de que cuando pasa el dolor, se impone la reflexión, y las conclusiones de esta reflexión no tienen por qué coincidir con la ortodoxia. Estoy seguro de que casos como los citados en esta noticia son mucho más frecuentes de lo que los medios nos quieren hacer creer.
Padres de víctimas piden la legalización de todas las drogas
Alan Travis/Trad. DDAA
Miércoles, 13 de marzo de 2002
The Guardian
Algunos padres de hijos que sufrieron las consecuencias del abuso de heroína y otras drogas pidieron ayer a los parlamentarios la legalización de todas las drogas.
Fulton Gillespie, cuyo hijo Scott murió por sobredosis de heroína hace dos años, dijo ante la comisión de investigación sobre drogas ilegales de la Cámara de los Comunes: "si quieres regular el suministro, no se puede dejar la central de energía en manos de criminales".
Hope Humphreys, cuyo hijo fue condenado a dos años de prisión por proporcionar éxtasis a unos compañeros de universidad, dijo que las leyes antidroga no consiguen otra cosa que convertir en delincuentes a quienes no lo son.
"Muchos estudiantes fuman cannabis y toman éxtasis, y la mayoría no tienen problemas con las drogas. Pero sí tienen problemas con la ley. Mi hijo fue a la cárcel porque dijo la verdad cuando contó que había comprado el éxtasis para un amigo."
Estos testimonios de padres que no comulgan con las leyes antidroga fueron presentados en la última sesión de la encuesta. Se espera que el informe que saldrá de ella, cuya fecha de publicación está prevista para la próxima primavera, recomendará un enfoque más liberal de las leyes antidroga.
Otros padres y los asistentes sociales que trabajan con familias de adictos hablaron a los miembros del parlamento de lo difícil que resulta conseguir ayuda y servicios como tratamientos ambulatorios para adictos a la heroína.
El señor Gillespie declaró: "Muy pocas cosas en la vida te pueden obsesionar más que la pérdida de un hijo. Hasta que empezó a tontear con las drogas, yo era de los que piensan que la respuesta al problema está en construir más cárceles. He meditado mucho sobre todo esto, y he llegado a la conclusión de que la legalización de todas las drogas es lo único que puede dar resultados."
Gillespie afirmó que su hijo financiaba su hábito mediante robos y se pasó cinco semanas en prisión sin tomar drogas. Al ser puesto en libertad, según el dictamen del forense, su cuerpo no pudo asimilar la dosis a la que estaba acostumbrado. "Me preocupa que muriera a causa de la ley", dijo Gillespie, quien añadió que no creía que la legalización de todas las drogas fuera a suponer un aumento del consumo. "El gobierno debería tomar el control, regular el suministro y garantizar la pureza, porque los chavales las van a usar de todas formas."
Un informe publicado hoy echa por tierra el mito de que la policía no suele actuar en delitos relacionados con el cannabis: las 69.000 personas amonestadas o condenadas por posesión en 1999 representan uno de cada siete detenidos y juzgados por delitos de cualquier tipo. El estudio, llevado a cabo por la unidad de investigación de política criminal de la Universidad de South Bank, muestra que las actuaciones policiales por posesión de esta droga se han multiplicado por diez desde mediados de los años setenta.
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