La decisión del Tribunal Supremo estadounidense en contra del uso médico de la marihuana ha tenido una gran repercusión mediática. No se puede decir lo mismo de un reciente estudio realizado por Jeffrey Miron, profesor de economía de la Universidad de Harvard, donde se calcula el coste de la prohibición de esta planta en EE UU entre 10.000 y 14.000 millones de dólares. Quinientos economistas de prestigio, entre ellos Milton Friedman, han suscrito una carta abierta enviada al Presidente Bush, al Congreso y al Senado (entre otras autoridades) que acompaña a este informe, titulado "Implicaciones presupuestarias de la prohibición de la marihuana".
El autor del informe ha recalcado que sus estimaciones son conservadoras, dado que no se han incluido algunos costes que podrían elevar aún más la cifra mencionada y que el cálculo se hizo partiendo de un número de presos por delitos relacionados con la marihuana que podría ser un 60% inferior al número real.
Mientras el contribuyente norteamericano paga el pato por este desastre, las empresas privadas que, cada vez en mayor número, gestionan buena parte del sistema de prisiones en aquel país, ven cómo cada año mejora su cuenta de resultados. Esta industria se ha ido convirtiendo con el tiempo en una de las opciones favoritas de los inversores. Sin embargo, hay quien no vé esta situación con muy buenos ojos:
"Durante este tiempo, hemos creado una industria que necesita que se encarcele a la gente (en realidad, depende de ello) y estamos alimentando a esta industria, lo hagamos conscientemente o no. Nos hemos convertido en rehenes de corporaciones que construyen y gestionan cárceles. Arquitectos, contratistas y agencias estatales necesitan que la gente vaya a la cárcel para sobrevivir o para obtener beneficios"
Crime Still Paying Well
El diario económico Bloomberg, en un reportaje publicado hace tres años, calculaba en 1.400 millones de dólares el ingreso que aportaba la marihuana a la economía holandesa (sin prisiones privadas abarrotadas y con un consumo de marihuana sensiblemente inferior al de EEUU). Las cifras correspondían a 1995 y es muy probable que hayan aumentado a lo largo de los diez años transcurridos.
El pueblo norteamericano debería decidir pronto si los beneficios de su próspera industria carcelaria (que extiende sus tentáculos hacia países europeos entre los que, felizmente y por el momento, no se encuentra España) importan más que su bienestar social y económico. O éso o que se pongan a comprar todos acciones de Corrections Corporation of America que, con la política de drogas de Bush, seguro que siguen subiendo hasta el infinito.
2 comentarios:
para toda la compilación de hierbas buenas a su disposición sin problema alguno: comprar viaje de ida ah :
Cali Colombia. Si no le gusta la tierra caliente, Bogota esta tambien bueno.
Saludos.
150.000 personas que utilizaban marihuana bajo supervision medica en estados unidos ,han pasado a ser delicuentes.
tal vez le explote en la cara al señor bush su avaricia inquisitorial.
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