La prensa se suele caracterizar por un seguidismo ciego de las consignas institucionales sobre drogas. Abundan las noticias sobre incautaciones, operaciones policiales, muertes por sobredosis y los terribles peligros de los "estupefacientes", mientras que escasean otro tipo de noticias que merecerían un mínimo de atención (cambios legislativos en sentido despenalizador o legalizador, desafíos a la prohibición por parte de personalidades públicas, avances en la aplicación terapéutica de las drogas ilegales, infiltración de las mafias en las estructuras estatales, etc.).
Afortunadamente, algunos periodistas no se conforman con la verdad oficial y ponen la nota discordante en un panorama informativo decididamente lamentable. Dos artículos de reciente publicación que consideramos muy recomendables.
Abelardo Muñoz, en su artículo Valencia Tóxica, desafía algunas nociones, no por extendidas menos falsas, como que el consumo de drogas es cosa de jóvenes o que "todo va bien en el mejor de los mundos posibles", como diría el Dr. Pangloss. Nada que ver con la propaganda con la que dia sí, día tambien, nos entretienen los informativos de Antena 3 -que ya van a un ritmo de una brillante operación policial por día, por lo menos.
Valencia Tóxica
El otro artículo es de Javier Ortiz, quien se apropia del título que dio en su día Martín Barriuso a otro ejemplar trabajo ("La droga no mata") para decir las verdades del barquero sobre las campañas institucionales antidroga ("las campañas contra las drogas sólo parecen decir algo nuevo cuando abandonan el terreno de la conocida realidad y se dedican a lanzar afirmaciones exageradas y sin fundamento"). Ojalá que El Mundo llevara lo que ahora figura en su sección de opinión a la línea editorial del periódico.
La Droga No Mata
Despenalización en Francia: Una mala noticia

Ed Rosenthal es uno de los mayores expertos mundiales en cultivo de marihuana. Un grupo de agentes federales le arrestó el pasado mes de febrero y se incautó de 3.000 plantas destinadas a enfermos que, en California, tienen derecho a consumir marihuana para aliviar sus dolencias. Por este delito, mucho más grave al parecer que el saqueo que está cometiendo la banda de Bush ante la indiferencia general, le podían haber caído entre 10 años y cadena perpetua.
Lo cierto es que aplicar la medida en unos establecimientos adonde la gente acude principalmente a fumar es algo absurdo, y más si tenemos en cuenta que nadie ha podido demostrar que el cannabis produzca cáncer, no ya en los casos de fumadores pasivos, sino tan siquiera en lo que concierne al humo de primera mano.
La Iglesia Prohibicionista