13 diciembre 2006

Pinochet y el discreto encanto de la cocaína

Augusto, no me mandes más farlopa que ya tenemos de sobraLo más sorprendente de la cobertura de la muerte de Pinochet está siendo la ausencia absoluta de referencias a su implicación en el tráfico de cocaína. El País dedicaba ayer varias páginas al fallecimiento sin mencionar en ningún momento las acusaciones de Manuel Contreras, mano derecha del dictador en la etapa más virulenta de la represión pinochetista en su calidad de jefe de la policía secreta (la tristemente famosa DINA).

No estamos hablando de chivatos de medio pelo, como los que se asoman rutinariamente a las páginas de El Mundo para avivar el fuego de una teoría de la conspiración particularmente descabellada, sino de un altísimo cargo muy cercano a Pinochet, pero el manto de silencio que ha caído sobre esta historia es total. Hace ya seis años que el periódico británico The Guardian reveló que la policía secreta y el ejército chilenos habían inundado de cocaína Europa y EE UU durante al menos veinte años:
«Doce toneladas de la droga, con un valor en la calle de milles de millones de libras, salieron de Chile, sólo entre 1986 y 1987. Las drogas, destinadas a Europa, fueron enviadas a menudo al territorio español en aparatos que portaban armas fabricadas en Chile con destino a Irak e Irán. La distribución en Gran Bretaña y otros países europeos estaba bajo el control de la policía secreta, alojada en las embajadas de Chile en Estocolmo y Madrid.»
Revealed: Pinochet drug smuggling link

Cocaína por valija diplomática, unos aficionados en comparación con PinochetEn "El discreto encanto de la burguesía", Luis Buñuel mostraba a un embajador de un país sudamericano, encarnado por Fernando Rey, que se dedicaba a esto mismo, pero en un plan mucho más artesanal. En este caso tenemos al propio Pinochet y a algunos miembros de su familia enfangados hasta las cejas en el negocio más lucrativo del mundo, traficando a gran escala y con la mayor impunidad y, a pesar de que esta es la mejor explicación para el origen de la fortuna encontrada en las cuentas del banco Riggs, a nadie parece interesarle.

Otro amiguito del narcodictador chilenoNo es el primer caso de un dictador implicado en asuntos turbios donde se mezclan el tráfico de armas y drogas, la represión salvaje de la disidencia y la amistad de EE UU:
«En el caso boliviano existen estudios como el de Federico Aguiló (Banzer padre de la mafia. Pág.52. Narcotráfico y Violencia) y el testimonio de otro dictador, García Meza, que acusan a Hugo Banzer Suárez de ser "el padre de la cocaína en Bolivia" desde ángulos de vista opuestos, que después del golpe de estado de 1971 y cuando empezó el apogeo de la cocaína a nivel mundial, Banzer estableció redes de distribución según se hizo público entonces por la condena de Alberto Sánchez a cinco años de cárcel en Canadá. Tal parece que la Operación Cóndor tuvo entre otras la misión de traficar con la cocaína.»
Pinochet, Contreras, Banzer y la cocaína

Una posible explicación para este apagón informativo sería que la farsa de la lucha antidroga queda con el culo al aire cuando se destapan estos asuntos. Es muy difícil tratar de convencer a la gente de que consumiendo cocaína se financia al terrorismo cuando los gobiernos violan continuamente su supuesta actuación contra las drogas por motivos geoestratégicos.

Más en:

La fortuna de Pinochet proviene de la cocaína según un ex subordinado

04 diciembre 2006

Los delirios de ABC en Malaprensa

Se agradece que alguien lea con atención las gilipolleces que publican todos los medios de comunicación cuando hablan de drogas. En Malaprensa, Josu Mezo se fija en un titular de ABC -pero cualquier otro periódico valdría- donde se establece una relación inequívoca entre uso de drogas y violencia que, como suele ocurrir, no aparece por ninguna parte en el texto. No son los "fenómenos" los que despiertan la alarma, sino artículos tan prescindibles, repetidos y lamentables como este:

«El consumo de drogas está detrás de los fenómenos más violentos de la juventud.

Tras tan rotundo titular, este párrafo genial:
No siempre, pero el consumo de drogas está asociado a buena parte de los fenómenos más actuales que han despertado la alarma en la sociedad española. Cannabis, éxtasis, cocaína y otras sustancias son el origen, o un factor determinante, de muchos casos de violencia juvenil, acoso en las aulas, vandalismo, violencia doméstica, fracaso escolar, accidentes de tráfico y de dificultades de integración laboral, que tienen como protagonistas a muchos jóvenes, y a veces a personas ya adultas. [negritas mías]
Ahora esperarían ustedes los datos de un estudio, y luego mi crítica a los tales datos ¿no? Pues se quedan con las ganas: no hay estudio, ni datos. Ni el titular ni el párrafo introductorio tienen otro apoyo que esta frase: "Esa es una realidad que los expertos perciben y ya pueden demostrar." Olé.»

Sigue en: El ABC está desatado

Más Malaprensa en el weblog de la FAC
Cannabis y delincuencia en El Diario Montañés

02 diciembre 2006

Ciencia y drogas: las verdades del barquero


Científicos locos en la guerra contra las drogas
En Druglink, weblog de la asociación britanica Drugscope, encontramos un post titulado "Smoke, mirrors and the death of objectivity" ("Humo, espejos y la muerte de la objetividad"), donde los "hallazgos" de la drogabusología no quedan en muy buen lugar. Y no es que otros no lo hubieran hecho antes, pero se agradece que una asociación nada sospechosa de veleidades antiprohibicionistas se atreva a denunciar una situación intolerable. Un fragmento escogido:

«Los estudios se seleccionan cuidadosamente para que se ajusten a una conclusión previamente establecida.

José Cabrera Forneiro, investigandoSe concede un exceso de fiabilidad a estudios con una muestra de sujetos pequeña o poco representativa, o se pasan por alto otros factores que podrían explicar el resultado.

Algunos investigadores se parapetan tras una respetable fachada de objetividad científica, pero imprimen a su trabajo su propia escala de valores morales, con el inevitable desenlace para los resultados.

Los hallazgos son distorsionados bajo el prisma del prejuicio. Las publicaciones médicas anuncian nuevas y alarmantes investigaciones sobre drogas pero, para cuando llegan a los periódicos sensacionalistas, lo que podría haber empezado como un trabajo serio termina alimentando titulares alarmistas.

Un seguidor de RicaurteY, por supuesto, no faltan las mentiras descaradas y las exageraciones, como la transformación de un riesgo potencial para un pequeño grupo de usuarios en un riesgo real para todos ellos, y así sucesivamente.

En el nivel más primario, este tipo de tácticas no funcionan. Durante los últimos 25 años, el uso de drogas de la Clase A se ha disparado en el Reino Unido pese a todas las advertencias de expertos y activistas. Pero, más allá de esto, existe una verdad objetiva sobre las drogas y la opinión pública tiene derecho a acceder a ella sin ninguna restricción.»
Por supuesto que este fenómeno no es exclusivo del Reino Unido. Lo vemos entre nosotros todos los días, y el contubernio entre agencias antidroga, científicos cómplices y medios de comunicación militantes goza de una salud extraordinaria. La objetividad científica en torno a las drogas es, hoy por hoy, una quimera.

Más en:
Cannabis: Cuando los debates médicos duran toda una vida... ¿o puede que más?

19 noviembre 2006

Milton Friedman: adiós a un pionero del antiprohibicionismo

Milton FriedmanHa muerto Milton Friedman, premio Nobel de Economía y defensor a ultranza de la libertad personal frente a las intromisiones estatales. A Occidente le gusta presumir de su tolerancia y su respeto por las libertades, pero el estatus legal de las drogas o la prostitución es más propio de una satrapía oriental o de los regímenes totalitarios que rutinariamente denostamos que de las supuestas democracias en las que vivimos. En este punto no podemos mirar por encima del hombro a Corea del Norte o Cuba, porque nos comportamos exactamente igual que ellos.

Como su amigo Thomas Szasz, Friedman fue, ya desde los inicios de la Guerra contra las Drogas, a principios de los años setenta, uno de sus más lúcidos y fervientes críticos. A diferencia de la ONU, que hace ocho años pronosticaba un mundo libre de drogas para 2008, Friedman acertó de pleno al advertir de que cada paso dado en la dirección prohibicionista y represiva nos acercaría más al abismo. Sirva como ejemplo esta carta enviada en 1990 al entonces zar antidroga estadounidense, William Bennett
«Usted no está equivocado al creer que las drogas son una maldición que está devastando a nuestra sociedad. No está equivocado al creer que las drogas están destruyendo el tejido social, arruinando la vida de muchos jóvenes e imponiendo un pesado costo a los más desfavorecidos de nuestra sociedad. No se equivoca al creer que la mayoría del público comparte sus preocupaciones. En resumen, usted no está equivocado en cuanto a los fines que trata de lograr.

Su error consiste en no reconocer que son precisamente las medidas que usted favorece la principal causa de los pecados que deplora. Por supuesto que la demanda es el problema, pero no sólo la demanda, sino la demanda que opera a través de la represión y de canales ilegales. La ilegalidad da lugar a obscenas utilidades que financian tácticas homicidas de los capos de la droga; la ilegalidad conduce a la corrupción de funcionarios encargados de aplicar la ley; la ilegalidad monopoliza los esfuerzos de los funcionarios honestos de manera que no cuentan con recursos para combatir delitos más evidentes como los atracos, los hurtos y los asaltos.

Diez años de Ley Seca frente a treinta de cruzada antidrogaLas drogas son una tragedia para los adictos, pero criminalizar su uso o consumo convierte esa estrategia en un desastre para la sociedad, para los usuarios y los no usuarios. Nuestra experiencia con la prohibición de las drogas no es sino una réplica de nuestra experiencia con la prohibición del alcohol.(...) La descriminalización de las drogas es hoy todavía más urgente que en 1972, pero debemos reconocer que el daño causado en el entretanto no puede ser borrado, por lo menos no inmediatamente. Posponer la descriminalización sólo empeorará el problema y lo hará menos tratable.»

Más de quince años perdidos, miles de muertos y encarcelados, los cárteles locales se han convertido en imperios transnacionales que controlan la política, la economía, la justicia y el ejército de algunos estados ¿Cuánto tardarán los gobiernos mundiales en entrar en razón? Imposible saberlo.

Carta abierta de Milton Friedman a William Bennet, de la Oficina Nacional para el Control de Drogas de Estados Unidos.

Prólogo de Friedman para "Después de la prohibición: Una aproximación adulta a las Políticas sobre Drogas en el siglo XXI"

¿A quién beneficia y a quién perjudica la prohibición de la marihuana?

Entrevista con Friedman en liberalismo.org

27 octubre 2006

Famosos y drogas: entre la histeria y la hipocresía

George Michael, en la picotaApenas pasa un día sin que aparezca en los medios de comunicación alguna noticia que relaciona a un famoso con el consumo de drogas. Al nombre de Kate Moss, cuyo caso comentamos en el post anterior, se podrían sumar cientos más, tanto nacionales (Carmina Ordóñez, El Marismeño, Poli Díaz, María Jiménez...) como foráneos (Whitney Houston, Pete Doherty, Oliver Stone, Woody Harrelson, Maradona, Nick Nolte o el excelente actor Robert Downey Jr., un habitual de las páginas de sucesos y cotilleo por este motivo).

El último famoso en salir a la palestra a cuenta de su consumo de tóxicos ha sido George Michael pero, a diferencia del modelo al uso, que exige grandes muestras de contrición, propósito de enmienda y el ingreso urgente en una clínica de desintoxicación para volver al buen camino, el británico se ha atrevido a decir que le gusta la marihuana, blasfemia que ha suscitado la airada repulsa de los cantamañanas de siempre. Y no es que Michael sea un apologista a ultranza del consumo indiscriminado de drogas:
«Es la única droga que siempre he creído que merece la pena tomar, pero tienes que esperar. Nunca se me ocurrió tomarla hasta que tenía 22 o 23 años. Tienes que haber alcanzado ya tu correcta posición en la vida», aseguró, tras lamentar haber estado enganchado a otro tipo de drogas en el pasado.

«Diría que es una gran droga, pero obviamente no es demasiado saludable. No te puedes permitir fumarla si tienes algo que hacer»
Está claro que la más mínima referencia positiva por parte de un personaje público a los placeres que indudablemente producen las drogas es un crimental que debe ser castigado con el mayor de los oprobios. Menos mal que ya no existen la picota y la hoguera como en la Edad Media, que más de uno y más de dos terminarían en ellas si de algunos fanáticos dependiera.

Algunos triunfadores usan drogasPero, por mucho que les fastidie a los modernos inquisidores, la lista de usuarios de drogas célebres y no necesariamente arrepentidos es enorme y abarca muchos más ámbitos que el show biz. Científicos como Carl Sagan o Stephen Jay Gould y premios Nobel de ciencias como Kary Mullis, Richard Feynman o Francis Crick, entre los que salieron del armario, reconocieron en su día su consumo no problemático de cannabis y otras sustancias, y no es descabellado suponer que la lista se ampliaría bastante si no pesara un grave estigma sobre el uso de drogas. Sería tan estupido achacar los triunfos de estos y otros famosos a su consumo de sustancias prohibidas como lo es insistir continuamente en que todo el que las use está abocado al fracaso. A veces, los triunfadores también consumen drogas, le pese a quien le pese.

Más en Ya lo dice Jorge Miguel

Y en un imprescindible artículo de Javier Marías
Lo infinitamente más dañino


13 octubre 2006

De drogas, parlamentarios y modelos

Kate Moss en todo su esplendorUn fotógrafo llamado Manuel Artigas consiguió engañar a Kate Moss hace unos meses y, abusando de su confianza y violando su derecho a la intimidad, le sacó fotos y vídeos consumiendo cocaína. El Judas vendió luego el material a periódicos y televisiones sin que ningún juez le metiera un puro. Al contrario, fue Moss la que tuvo que presentarse ante la justicia para responder de no se sabe qué delito. Fuimos muy pocos los que destacamos que lo reprobable era esto, no lo que hiciera la modelo en su vida privada.

Ahora, tras el descubrimiento de que un tercio de los parlamentarios italianos habían consumido recientemente cocaína y hachís, algunos han invocado el derecho a la intimidad de unos políticos que, en un ejercicio de suprema hipocresía, votaron hace nada una ley que endurecía considerablemente las penas por drogas, incluso por mero consumo. O todos tenemos derecho a la intimidad o no lo tiene nadie, y los políticos que promulgan leyes que no están dispuestos a cumplir, menos aún. Que se sometan a controles por sorpresa, como se ven obligados a hacer miles de ciudadanos, o que empiecen a legislar de otra forma, que si no la impresión de tomadura de pelo que ya de por sí tiene la política se vuelve insoportable en este caso.

Por cierto que esta historia me ha recordado a un escándalo anterior, también en Italia, donde estaba implicado todo cristo, hasta un ex primer ministro y senador que consumía cocaína 'por motivos terapéuticos'. Supongo que el caso -cuya repercusión fue mínima fuera de Italia- ya ha sido enterrado y olvidado:
«Un gran escándalo de drogas y sexo que recuerda la Roma felliniana de La Dolce Vita estalló ayer con 19 arrestos y 35 allanamientos por tráfico de cocaína e incitación a la prostitución en la llamada 'Operación Cleopatra'.

Emilio Colombo: cocainómano por motivos terapéuticosUna larga fila de personajes 'por encima de toda sospecha' están acusados o involucrados, entre ellos el ex primer ministro, ex canciller, ex ministro de Economía, ex presidente del Parlamento Europeo y actual senador vitalicio Emilio Colombo, de 83 años, el subsecretario de Actividades Productivas del actual gobierno de centroderecha Giuseppe Galati, el consejero provincial del oficialista partido Alianza Nacional Bruno Petrella, algún otro político y famosos del mundo del espectáculo, como la actriz Serena Grandi y la modelo de origen ucraniano Ludmilla Derkach.»
Más que a La Dolce Vita, estas noticias nos remiten a la granja de Orwell, donde todos los animales eran iguales pero unos eran más iguales que otros.