26 febrero 2002

Gracias a Jordi por su estupendo artículo. Ya lo hemos dicho varias veces en estas páginas: Para vivir en una democracia es imprescindible que se deje de usar a los menores como excusa para coartar las libertades de los adultos. Los "niños" no son una prioridad sanitaria -al menos no lo son los 20 millones de ellos que esnifan pegamento en Sudamérica-, sino propagandística.

Y hablando de propaganda, el Libertarian Party ha respondido a la campaña de la Casa Blanca con una parodia en la que, sobre el rostro de John Walters -"zar" antidroga- se lee la siguente frase:

"Esta semana almorcé con el Presidente. testifiqué ante el Congreso y ayudé a financiar con 40 millones de dólares provenientes del tráfico de drogas a grupos como los Talibanes"

Al final del cartel figura esta leyenda: "Si apoyas la Guerra contra las Drogas o votas a los políticos que la favorecen, estás ayudando al terrorismo"

Finalmente, se invita a los destinatarios del anuncio a visitar una sección de la web del LP donde se nos informa de que el sobreprecio de algunas drogas -y por tanto el margen comercial que obtienen los narcos- puede llegar al 17.000%.

"Sin la Guerra contra las Drogas, la marihuana no costaría más que las lechugas, la adormidera que los tulipanes o la hoja de coca que las coles de Bruselas. Sin la Guerra contra las Drogas, los terroristas que dependen de los beneficios ilícitos para financiar sus sangrientos ataques se quedarían sin fondos."

+ sobre el anuncio
La web del Libertarian Party

22 febrero 2002

Los jóvenes como coartada de prohibidores

Quiero empezar agradeciendo a DDAA la oportunidad que me ha brindado de colaborar en ésta su página. He escrito en numerosas ocasiones sobre la importancia que, a mi entender, tiene Internet para presentar una alternativa a la información oficial y ortodoxa sobre drogas. Este es el objetivo de DDAA con esta página. Si puedo aportar a ello mi pequeño grano de arena, encantado.

Así pues, para empezar y por si a alguien pudiera interesarle, me gustaría, no tanto aportar una noticia nueva, como exponer un par de reflexiones que tal vez ayuden a situar en contexto algunas de las más recientes movidas prohibicionistas, como la hipócrita represión del consumo de alcohol en la calle o el vodevilesco escándalo perpetrado por Cabrera por las piruletas de cannabis. El factor común a estos casos al que quiero referirme consiste en el uso interesado y falaz que se hace del concepto de juventud. “La juventud” y “los jóvenes”, se han ido convirtiendo, desde hace tiempo, en palabras trampa utilizadas como coartada para políticas prohibicionistas y, al mismo tiempo, como instrumento de desresponsabilización individual que propicie las habituales tutelas paternalistas por parte del estado.

Cuando Cabrera afirma que las consabidas piruletas podían provocar mareos a los niños (¿ha pensado en retirar del mercado los bombones de licor, para evitar que un niño se atiborre de ellos y se entrompe?), es muy consciente del recurso que está utilizando. La protección a la infancia (¿dejaremos que los niños vean estas cosas? ¿oigan esas otras? ¿tengan a su alcance esas de más allá?), extendida primero a cualquier menor de edad y, posteriormente a cualquier jóven, sirve para justificar la represión de los adultos responsables, una élite minoritaria y egoista, si escuchamos a Cabrera o a Robles. En el tratamiento a la cuestión del botellón, deformando lo que era tan sólo un problema de orden público, se mezclan juventud y menores en un mismo saco, haciéndonos creer y queriendo que pensemos que es normal que el estado decida sobre como deben las personas adultas organizar su ocio. El toque de queda de algunos ayuntamientos, de momento sólo para menores, ¿se extenderá también a la juventud, en un sentido amplio?

La táctica prohibicionista consiste en mezclar sin pudor infancia y juventud: “Tal conducta o tal información es una amenza para nuestros niños y nuestros jóvenes” ¿Qué tendrán que ver las churras con las merinas? En un caso estamos refiriéndonos a menores de edad, con sus particularidades legales, mientrás que en el otro hablamos de personas adultas a las que se debería tratar y considerar tal y como se hace con cualquier adulto. La sociedad asume, muchas veces acríticamente, este estado puro y virginal de la juventud, al que hay que seguir preservando de la realidad y de si mismo. Otra linea de actuación es la de extender el concepto de juventud más allá de toda lógica. He oído repetidas veces en televisión cosas como “...el atracador, un joven de 38 años...”. Ahora se subirá la edad legal para la compra de cerveza hasta los 18. Quien se sabe tratado como un niño irresponsable, acabará portándose como un niño irresponsable.

Por otra parte, el masaje mediático al que se nos somete diariamente nos refuerza el mayor deseo de nuestros tiempos: "seamos siempre jóvenes". La consecuencia inmediata es: "seamos siempre menores irresponsables, y dejemos que los mayores, Papá Estado en concreto, decidan por nosotros".

------------------------
Jordi Cebrián colabora en Cáñamo, es autor de La Biblioteca Antiprohibicionista y mantiene un weblog llamado Cienpalabras dedicado a sus magníficos relatos breves.

18 febrero 2002

* Giuliani resucita la Reefer Madness en Londres

Rudolph Giuliani, el héroe del 11-S, ha estado en Londres de visita y ha aprovechado para dar algunos consejos sobre la marihuana a los británicos.

Después de criticar duramente el experimento de Lambeth -durante tres meses la policía se ha abstenido de arrestar a nadie por posesión de cannabis-, aconsejó que se detuviera en el acto a todo fumeta que fuera detectado por las fuerzas del orden:

"La marihuana fue la causa de gran parte de la violencia que sufrimos en NY. No sé si aquí es igual, pero la marihuana era un grave problema para nosotros. Animaría a la polícía a que arrestara al mayor número de fumetas posible."

Aún mejor fue la intervención del anterior Comisionado de Policía de NY, Bernard Kerik:

"El 10 de mayo pasado tuvimos uno de los incidentes más odiosos en mucho tiempo, en el que tres personas fueron asesinadas y dos heridas. A todos ellos se les disparó en la cabeza, como en una ejecución. Todo estaba relacionado con la marihuana. No es un delito sin víctima, sino que lleva a otros delitos, más graves y más violentos. Todo el mundo debería ser arrestado por usar marihuana"

Kerik se refiere a un incidente -Carnegie Deli- que consistió en el asesinato de unos traficantes de marihuana. Sólo un demente aprovecharía esta circunstancia -derivada de la ilegalidad de la sustancia citada- para establecer un nexo causal entre marihuana y violencia
Afortunadamente, este tipo de declaraciones quedan cada vez como más ridículas para todo el mundo, no sólo para los fumetas. Parece mentira que se atrevan a decir cosas así, pero Giuliani ya demostró su falta de sentido del ridículo cuando apareció travestido en un baile benéfico. Giuliani y su troupe de cómicos deberían buscar un nuevo guionista que no se dedique a plagiar a saco las más burdas campañas anti marihuana de los años Treinta.

En fin, paciencia, amigos. Será necesario algo más que la visita de Giuliani para detener la legalización del cannabis en Gran Bretaña.

http://www.ukcia.org/new_news/shownewsarticle.php?articleid=4898

14 febrero 2002

¿Campesinos o Narcoguerrilleros?

ENCOD ha publicado un nuevo boletín en el que se llama la atención sobre la escandalosa situación en Bolivia. El gobierno boliviano lleva varios meses -si no siglos-embarcado en una guerra a muerte contra su población indígena. El objetivo es presentar a los campesinos que cultivan coca en la región del Chapare como peligrosos narcotraficantes. Estamos hablando de un gobierno cuyo hombre fuerte en la sombra no es otro que Hugo Banzer, que fuera jefe del torturador nazi Klaus Barbie, cuyos servicios fueron de gran utilidad para contener la subversión en aquél país.

La táctica es vieja: se queman públicamente unas pocas hojas de coca mientras los fardos con toneladas de cocaína viajan hacia sus mercados habituales sin el menor problema. Lo vimos hace poco en Afganistán, donde funcionarios antidroga incineraban unos cientos de kilos de hachís caducado ante las cámaras de TV como prueba del esfuerzo antinarcóticos del mayor exportador de heroína del mundo.
Esta farsa, que ya ha producido varios muertos por la represión de los cultivadores, no ha suscitado el menor interés por parte de nuestros medios, demasiado ocupados con la situación de Argentina, y cuando han cubierto la noticia lo han hecho suscribiendo al milímetro las tesis del gobierno boliviano. Afortunadamente, son cada vez más los medios alternativos que están dando voz a los campesinos bolivianos, abriendo agujeros en el manto de silencio impuesto por la prensa libre y democrática.

Narconews está haciendo un seguimiento casi en tiempo real del caso, y gracias a sus nuevos corresponsales, la mayoría de la información está disponible en castellano. Por otra parte, narconews anuncia una web (GNN) desde donde se puede ver en streaming el corto "Crack The CIA", un documental premiado en el último festival de Sundance que pone al descubierto las relaciones de la CIA con el narcotráfico.

Las últimas noticias indican que la presión de los campesinos ha conseguido una moratoria en la prohibición de la venta de hoja de coca en el Chapare, pero sería conveniente dar a conocer la situación de estas víctimas de la guerra contra las drogas presentadas ante la opinión pública como verdugos.

El boletín de ENCOD incluye también información reciente sobre la -inminente, si el Departamento de Estado no lo impide- despenalización del consumo de cannabis en Jamaica y sobre las extrañas prioridades de los funcionarios antidroga del PNUCID en el Caribe. Como muestra, un botón:

"En segundo lugar, la identificación de proyectos fue dejada en gran parte a las predilecciones individuales del funcionario que estaba en cargo. Y por consecuencia, ellos tuvieron un enfoque represivo en control de drogas. Como resultado, los fondos, tomados del 9. Fondo Europeo de Desarrollo, se gastaron en cursos para oficiales de aduana, la creación de un sistema de datos para registrar a barcos de lujo, y 'entrenamiento legal' - incluyendo una excursión de fin de semana para fiscales y jueces de 16 países caribeños en un hotel de playa de cuatro estrellas en Barbados. En un momento en que la política de desarrollo de la CE se preocupaba por 'la reducción de la pobreza' y 'la sostenibilidad'."

08 febrero 2002

Reacciones a la campaña antidroga de la Casa Blanca

"La hipocresía de la Casa Blanca es grotesca. Su distorsión de los métodos de financiación de los terroristas, vergonzosa. Pero lo peor de todo es la negación por parte del gobierno norteamericano a reconocer la abrumadora evidencia de que el comercio ilegal de drogas no se puede erradicar por la fuerza. A lo largo de los últimos 20 años, el gasto norteamericano dedicado a la lucha antidroga se ha disparado, y el encarcelamiento de los que han violado la prohibición ha ido en paralelo: los EEUU tienen más presos por drogas que la UE por todos los delitos juntos."

Victoria Times-Colonist (Canadá) -6-II-2002

El Lindesmith Center ha resumido las principales críticas que ha obtenido la campaña:

- Los anuncios son engañosos: acusan a las drogas y a norteamericanos no violentos de financiar el terrorismo cuando, de hecho, la propia guerra contra las drogas es responsable de la creación del mercado ilegal que genera esos fondos. Acusar a los ciudadanos estadounidenses de financiar el terrorismo es como acusar a los consumidores de alcohol de los años Veinte por la violencia de Al Capone.

- Los anuncios derrochan recursos indispensables: el gobierno federal está gastando diez millones de dólares en una campaña de TV y prensa para demonizar a los usuarios, mientras que más de la mitad de los que necesitan tratamiento de desintoxicación no pueden obtenerlo.

- Los anuncios tienen una motivación política: la oficina del Zar antidrogas está usando millones de dólares del contribuyente en un intento de persuadir al Congreso y a la opinión pública de que la fracasada guerra contra las drogas todavía merece financiación.

Más reacciones en la prensa norteamericana en:
http://www.drugpolicy.org/news/pr-february08-02bx.html

07 febrero 2002

Un par de asuntos que se me pasaron en la última actualización.

Creo que no es la primera vez que se habla de narcoguerrilla en medios impresos, pero no puedo dejar de agradecer la mención que Jordi Cebrian hace de este espacio en el número 50 de Cáñamo. Me resisto a citar los elogios que Jordi nos dedica, pero debo decir que él lleva cinco años dando cera a los narconazis desde las páginas de la revista barcelonesa con noticias breves y artículos de enorme interés. Es una pena que Cáñamo no publique sus "Señales de Humo" en su versión online, pero se puede ver cómo se las gasta Jordi en La Biblioteca Antiprohibicionista o, sin alejarse mucho de aquí y en una línea totalmente diferente, en su weblog Cienpalabras, dedicado a excelentes relatos breves -y no es coba.

Y ya que hablamos de amigos en esta dura tarea de desenmascarar las patrañas prohibicionistas, Mariano Al-Fumeta ha mutado su weblog en un portal PHP Nuke, un lenguaje que hace furor -véase solocannabis. A partir de ahora se debe acceder a Liberad a María desde http://www.liberadamaria.org. Y en liberadamaria se puede leer uno de los últimos artículos de Jordi Cebrián para Cáñamo, colaboración que esperamos tenga continuidad.

Como últimamente estamos demasiado centrados en el Reino Unido, no vendrá mal recordar que en Noruega -país al que suponemos hasta ahora anclado junto con Suecia en el prohibicionismo más rancio- soplan vientos de cambio en cuestiones de drogas. El diario Afterposten informaba el mes pasado de la próxima publicación de los resultados de un informe elaborado por una comisión independiente y calificaba sus recomendaciones de "explosivas": la despenalización del consumo y posesión de drogas, la elevación de la tasa de alcoholemia (a 0,5, ahora en 0,2) y la desaparición de la censura de las películas para adultos son tres de ellas. En suma, otro país que se une a la tendencia dominante en Europa: la regulación y el control efectivo de las drogas frente a la subvención al narcotráfico que supone la prohibición.